Guía de Buenas Prácticas Empresariales en Accesibilidad
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ia los ocupantes del recinto en general, como especialmente a los
invidentes.
También para este caso, se reproducen en parte los contenidos
de la citada ordenanza, en cuanto a los itinerarios peatonales y la
necesaria planificación de la obra.
En las ocupaciones que afecten itinerarios peatonales y puntos
de la calzada debidamente señalizados como paso peatonal, ha-
brá de mantenerse el paso de los mismos por medio de un itine-
rario peatonal accesible.
Todo itinerario peatonal que provisionalmente quede limitada su
accesibilidad garantizará un paso mínimo libre de obstáculos de
1,80 m, en el caso de que la acera tenga un ancho inferior el paso
será igual a ésta, medido desde la parte más saliente de las vallas
o de los elementos de balizamiento. Se garantizará el paso en una
altura de 2,20 metros.
Habrán de instalarse pasarelas, estructuras metálicas, etcétera,
de manera que el paso se haga sin peligro de resbalar y adecua-
damente protegido, y cuidando que los elementos que forman el
paso estén completamente fijos.
Los elementos de cobertura de zanjas o demás aperturas que se rea-
lizan con peligro de caídas a distinto nivel que se cubrirán de forma
provisional con chapas de acero, que deberán disponer de la sufi-
ciente rigidez para que no sufran alabeos en el paso del tránsito pea-
tonal y su superficie deberá de ser antideslizante en seco y mojado,
tipo lagrimado o similar de espesor mínimo de 5mm, con los bordes
pintados con pintura fosforescente para su perfecta identificación y
cuña de acceso para garantizar el acceso desde cota 0.
Cuando a menos de un metro de distancia del paso peatonal exis-
ta una zanja o excavación, será obligatoria la instalación de pasa-
manos o barandillas de protección.
Con respecto a la necesaria planificación de la obra, cuando las
características de la misma impidan trabajar por franjas, se hará
preciso mantener un itinerario practicable.
No obstante, las zonas de obra, deberán separase con elementos
rígidos de los pasos peatonales, ya sea con vallas de chapa metá-
lica galvanizada o de malla electro-soldada para las obras estáti-
cas o con vallas móviles para aquellas de corta duración.
Cuando los tajos duren pocos días, está permitido el uso de vallas
móviles que se van desplazando conforme avanzan los trabajos.
En cuanto a actuaciones puntuales, tipo de reparaciones u opera-
ciones de mantenimiento, que puedan dar lugar a huecos o des-
niveles muy peligrosos, siempre se deben proteger y señalizar
convenientemente.
Mientras duren las obras, toda la zona circundante se mantendrá
en perfecto estado de limpieza (la limpieza se hará diariamente
al final de la jornada laboral) y no se permitirá que haya materia-
les, residuos o maquinaria de obra fuera de la zona delimitada y
cerrada de dicha obra.
5.5 SEÑALIZACIÓN
La mayor parte de la información que recibimos, para facilitar-
nos la movilidad en el centro de trabajo, es visual, básicamente a
través de la señalización. En consecuencia, para favorecer la mo-
vilidad autónoma de las personas con discapacidad visual es ne-
cesario presentar la información en diferentes formatos, como:
ampliar la señal visual (en el caso de baja visión), auditivo y táctil,
los dos últimos necesarios para los invidentes.
Para las personas con discapacidad visual, acceder a los diferen-
tes formatos en los que se proporciona la información necesaria,
para desplazarse por el centro de trabajo de manera eficaz, no
debe resultar difícil, si éstos disponen de las condiciones necesa-
rias. La señalización adaptada es fundamental para la orientación
de las personas con discapacidad visual.
La señalización tiene, básicamente, dos objetivos, el de informar
y el de orientar. En el caso de personas con discapacidad visual,
la señalización debe ser un sistema con códigos visuales, táctiles
o acústicos con el que transmitirles una información clara que les
permita tomar decisiones con rapidez.
La señalización debe diseñarse teniendo en cuenta los aspectos
que contribuyen a la autonomía de las personas con discapacidad
visual, entre ellos:
•
Información sonora: los datos relevantes que se proporcio-
nan visualmente, deben transmitirse también de forma sono-
ra. Además, las fuentes sonoras constituyen una referencia
que facilita la localización y orientación.
•
Información táctil: las texturas diferentes facilitan la identi-
ficación.
•
Para las que presenten limitaciones visuales: el tamaño, el
contraste de colores, así como la iluminación, deben ser los
apropiados.
La tipología de los elementos de señalización que se utilizan
FIGURA 8
(Fuente: BOTHA)