Guía de Buenas Prácticas Empresariales en Accesibilidad
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i5.1.1 Plazas de aparcamiento reservadas para personas
con movilidad reducida
Los elementos a considerar en las plazas de aparcamiento reser-
vadas para personas con movilidad reducida son: dotación,
configuración, dimensiones, conexión con itinerario peatonal
accesible y señalización.
Con respecto a la dotación de plazas reservadas, el Real Decreto
173-2010 (Código Técnico de la Edificación) fija que todo edificio
de uso administrativo y con aparcamiento propio, contará con
una plaza de aparcamiento accesible por cada 50 plazas de apar-
camiento o fracción, hasta 200 plazas, y una plaza accesible más
por cada 100 plazas adicionales o fracción.
A. CONFIGURACIÓN Y DIMENSIONES
La Orden VIV/561/2010 indica:
•
Tanto las plazas dispuestas en perpendicular, como en diago-
nal a la acera, deberán tener una dimensión mínima de 5,00
m de longitud × 2,20 m de ancho y además dispondrán de una
zona de aproximación y transferencia lateral de una longitud
igual a la de la plaza y un ancho mínimo de 1,50 m.
•
Las plazas dispuestas en línea tendrán una dimensión mínima
de 5,00 m de longitud × 2,20 m de ancho y además dispon-
drán de una zona de aproximación y transferencia posterior
de una anchura igual a la de la plaza y una longitud mínima de
1,50 m.
En consecuencia, la plaza de aparcamiento reservada debe dis-
poner del área que ocupará el vehículo y de un área anexa, en
donde la persona con movilidad reducida realizará la maniobra
de subir o bajar del vehículo (transferencia). Esta área de apro-
ximación garantiza que la transferencia de la persona en silla de
ruedas se realiza en condiciones de seguridad.
Una buena práctica consiste en prever la plaza de aparcamiento
reservada tanto con un área de transferencia lateral como pos-
terior. Así se facilita el uso de cada plaza tanto a los usuarios que
realizan su transferencia a través de un portón trasero como por
cualquier puerta lateral, según donde se encuentre en el vehículo
la persona con discapacidad.
Se recomienda que las dimensiones de cada plaza reservada para
personas de movilidad reducida se encuentren comprendidas
entre las siguientes: como mínimo 6,5 m de longitud por 3,7 m
de ancho. Se recomiendan dichas dimensiones con el objetivo de
alcanzar la máxima eficacia:
•
Para facilitar la salida y entrada del vehículo de las personas
con movilidad reducida cuando la transferencia del usuario
se realiza por el portón trasero, desplegando la rampa móvil
que dispone el vehículo, se debe establecer un área de ma-
niobra como mínimo con un fondo de 1,50 m (se recomienda
llegar incluso hasta 3,00 m).
•
Igualmente, cuando la transferencia del usuario se realiza
por cualquier lateral del vehículo, se debe incrementar 1,50
m como mínimo el ancho de la plaza de aparcamiento (se re-
comienda llegar incluso hasta 3,00 m).
Las configuraciones de plazas que no cumplan con las dimensio-
nes mínimas recomendadas, provocan limitaciones de uso para
las personas con movilidad reducida.
Aunque entre dos plazas contiguas se permite una zona de trans-
ferencia lateral compartida manteniendo la dimensiónmínima de
1,5 m de ancho, ésta disposición puede suponer una restricción a
su uso por las personas con movilidad reducida, ya que necesitan
bastante tiempo para salir y entrar del vehículo.
Se puede indicar que estas necesidades dimensionales son rela-
tivamente asequibles para los estacionamientos en batería, en
menor medida en los oblicuos y prácticamente imposibles en los
estacionamientos en línea.
Configuración más recomendable
La configuración de la plaza de aparcamiento reservada que pre-
senta la máxima eficacia es la que permite la transferencia de la
persona con movilidad reducida, con independencia del sentido
de maniobra para estacionar el vehículo y de la localización de la
persona con discapacidad en el interior del vehículo.
En el aparcamiento en batería, independientemente de los senti-
dos de circulación, ambos laterales se encuentran protegidos por
otros vehículos estacionados. En cambio, en los aparcamientos
en línea su disposición implica siempre que uno de los laterales
del vehículo estacionado está siempre del lado de la calzada y,
por tanto, expuesto a la circulación rodada.
La configuración de los aparcamientos en línea no puede dar so-
lución a todas las transferencias posibles puesto que la persona
con movilidad reducida puede estar obligada a acceder o descen-
der del vehículo por el lado de la calzada, lo que representa una
falta de seguridad para realizar una maniobra en la que se invier-
te un tiempo considerable.
Además, esto implica que el área de aproximación sólo puede
realizarse en la acera y, por lo tanto, depende de su anchura para
no comprometer el itinerario peatonal, lo que puede impedir las
maniobras necesarias de la persona con movilidad reducida jun-
to al vehículo. Evitar la ocupación de la acera significa ampliar la
franja de aparcamiento o realizar operaciones complejas en el
trazado de la acera. Es el factor determinante del estacionamien-
to en línea, frente al de batería, para condicionar su no elección
como configuración recomendable.
De la comparativa de la bibliografía consultada se deduce que
la mayor eficacia la presenta el aparcamiento en batería, con las
dimensiones indicadas anteriormente, ya que, dicho diseño per-
mite además disponer de un área de aproximación que posibilita
la transferencia trasera.