Guía de Buenas Prácticas Empresariales en Accesibilidad
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idispondrán de un sistema que en caso de fallo en el suministro
eléctrico o en caso de señal de emergencia, que abra y mantenga
la puerta abierta o cumpla las condiciones fijadas en Documen-
to Básico de Seguridad en caso de incendio (según la redacción
dada por el Real Decreto 173/2010). Estos mecanismos de cierre
automático debe ser de lenta operatividad, es recomendable un
retardo de 5 segundos en el cierre.
Las puertas de vidrio representan un caso singular por su trans-
parencia que afecta a la seguridad del usuario, por el riesgo de
impacto. La percepción y detección a tiempo de la puerta es fun-
damental, por lo que el efecto de transparencia debe ser evitado
mediante su señalización con bandas de color o con acabados
que maticen la transparencia (por ejemplo: vidrio traslucido al
ácido en su parte baja o alta). La señalización específica de las
puertas de vidrio mediante contraste cromático tiene las siguien-
tes especificaciones:
•
Las puertas de vidrio deberán contar (como señalización) con
una doble banda de color, contrastadas con el fondo y coloca-
das a una altura inferior comprendida entre 0,85-1,10 m y a
una altura superior comprendida entre 1,50 y 1,70 m. Las dos
bandas horizontales tendrán un ancho de 20 cm y ocuparán
toda la anchura de la puerta.
Para evitar el riesgo de atrapamiento, las puertas correderas de-
ben de disponer de una holgura de 20 cm en el extremo de la hoja
hasta el paramento adyacente (si discurre por el exterior de la
tabiquería) y otra mínima de 5 cm para facilitar el agarre de la
maneta, cuando la hoja está abierta y oculta.
D. TIPOS DE PUERTAS
• Puertas automáticas
Las puertas automáticas son las más accesibles para las perso-
nas con movilidad reducida, ya que se abren cuando se acerca la
persona o al pulsar un conmutador eléctrico cercano a la puerta
(visualmente detectable).
El sistema de accionamiento por detección de las puertas puede
ser mediante radar, rayos infrarrojos, etc. El sistema de detección
no debe dejar espacios muertos, debe tener en cuenta la altura
de los usuarios en silla de ruedas y personas de talla baja, para
evitar el riesgo de aprisionamiento o colisión. El tiempo de aper-
tura se ajustará al tiempo empleado en cruzar la puerta por una
persona con movilidad reducida.
• Puertas de apertura manual
Las puertas correderas disminuyen el espacio requerido para la
aproximación y apertura de las mismas; por lo que son recomen-
dables en áreas pequeñas. Deben carecer de carriles inferiores.
Las puertas abatibles requieren de una superficie de aproxima-
ción y apertura de acuerdo al área de barrido de la puerta. No
deben utilizarse puertas de vaivén en itinerarios accesibles, por
el riesgo de impacto que suponen.
Las puertas giratorias no pueden formar parte de un itinerario
accesible, excepto las automáticas preparadas para ser usadas
por personas con movilidad reducida, por lo que no pueden ser
el único punto de acceso a un edificio. Siempre que existan en
un centro de trabajo y no puedan ser utilizadas por estas perso-
nas, debe haber otro punto de entrada alternativo accesible. Las
puertas giratorias automáticas accesibles disponen de un meca-
nismo de apertura de las hojas giratorias que permiten el fran-
queo de dicha puerta por personas usuarias de silla de ruedas.
Puerta automática con sensor de presencia.
(Fotografía cedida por la Universidad Carlos III)
Puerta automática con conmutador para apertura intencionada.
(Fotografía cedida por la Universidad Carlos III)
Puerta giratoria preparada para ser usada por personas con movilidad
reducida. (Fotografía cedida por FCC)